Se juega en pareja, normalmente a partir de 6 o 7 años. Los niños o niñas esconderán una mano detrás de la espalda y al decir «Piedra, papel, tijera» la mostrarán los dos jugadores al mismo tiempo, adoptando con ella la forma de piedra (puño cerrado), papel (mano abierta) o tijera (mano cerrada con los dichos índice y corazón extendidos).
Gana el que más partidas gano teniendo en cuenta que:
la piedra gana a la tijera (porque la rompe),
la tijera vence al papel (porque lo cortan) y el
papel gana a la piedra (porque lo envuelve).
Si los dos sacan la misma figura se considera empate y se repite la partida.
Es un juego de suerte y habilidad de intuir al contrincante.