NEVERA DE BARX

Fue construida a mediados de siglo XVIII. Servía para almacenar la nieve en invierno y utilizarla en verano, aprovechando su aislamiento térmico. Es la antigua Nevera de hielo de Barx, uno de los iconos tradicionales del municipio de La Safor, a la cual ya se puede acceder. Se ha restaurado la cubierta y se han instalado unas escaleras.
La nevera consigue nuevo metros de profundidad, fue utilizado en el pasado para acumular hielo durante el invierno y posteriormente venderlo en los calurosos meses de verano que disfrutaban los monjes del monasterio

Entre Pinet y la Drova se encuentran otras dos neveras de dimensiones más pequeñas y que siguen sin restaurar.
Barx pueblo de calles empinadas y rodeado de montañas. Es lo más pequeño de la Valldigna y ha sido estrechamente ligado al Monasterio de Santa María, en Simat. La nevera pertenecía a los monjes del Convento . Los monjes gestionaron la población desde la expulsión de los moriscos, y bajo su dominio se creó el primer casco urbano “la Plaza”, la cual sólo tenía un acceso para poder cerrar por las noches y protegerse de los lobos

La nevera es de planta circular de masonería y mortero de cal, de gran diámetro 14,8m pero con unos muros exteriores muy estrechados 0,6m. Perdió la cobertura original, de la cual se observan algunos puntos del nacimiento de arcos de baldosa maciza (realizadas en una tejería contigua de la cual todavía se observan restos) y actualmente se puede observar el que serían los nervios en metal. En pozo interior tiene dos puertas de acceso al este y oeste y tiene una profundidad de 8,70 m.

 

 

foto de turismo barx

Recientemente Barx ha desenterrado parte de su historia como pueblo, puesto que las ultimas excavaciones que se están llevando a cabo por el arqueólogo Carles Juan , han sacado a la luz la antigua infraestructura por la cual se accedía a la cuenca de este elemento porque los comerciantes de hielo pudieran cargar su mercancía para salir a venderla.
La construcción se encuentra en unos cinco metros por debajo de la vuelta de la nevera, está elaborada con mortero y cal y todavía conserva el suelo original, aunque se encuentra «muy dañado.

Tiene una *llongitud de entre 20 y 30 metros y conecta con una puerta por la cual se accede directamente a la Nevera. El tramo final del camino es en forma de túnel, del cómo solamente se conserva una parte. Se sabe que era más largo porque se pueden observar la base del arco que lo sostenía. «No tiene que existir ninguna nevera que tenga una entrada tan espectacular como esta», indicaba el arqueólogo, quien cree que «aquí hubo una inversión importante de dinero por parte de los monjas del Monasterio de Santa María», que eran los propietarios de esta infraestructura.

 

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